
Creo que ya os había deseado felices fiestas, pero por si acaso: ¡Felices fiestas! De mi parte y, cómo no, de mi pelusilla ombilical. Un abrazo y hasta la próxima.
Porque todo trazo, fotografía, o maqueta, contiene en su interior una historia que no quiero, o no puedo, contar, dejadme que os explique...