Ay que ver como son las cosas: empezamos el año como lo acabamos, de gerundio en gerundio, y tiro porque me toca. En esta ocasión, el teme escogido era el de los clásicos arcades y, claro, no lo he podido evitar y me he dejado llevar. El caso es que en mis años mozos no era un gran aficionado a las máquinas de marcianitos, pero, uno de aquellos reyes, cayó en mis manos un fantástico ordenador amstrad, (con casette y monitor en fósforo verde), y aquello fue el acabose. No son todos los que están, ni están todos los que son, ni son sin ton, chimpón.
En fin, que me voy por ahí, a ver si evito una invasión marciana. Un abrazo y feliz año nuevo.
3 comentarios:
En mi vida me enganche a poco juegos, uno era una recreativa, y siempre pagaban los colegas, gost and goblins y otro un juego de msx, night mare, el unico videojuego que no termine....Saúdos e apertas
Por cierto...buena obra
Gracias, RuAn. A mí me volvía loco la versión para amstrad del Gauntlet, una en la que sólo podías jugar en modo de dos jugadores. Un vicio.
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