Nada, esto va de que, tiempo atrás, no conseguía dibujar perros más o menos de manera aceptable (y con los gatos me pasa lo mismo, sin embargo, con las ratas no... curioso, ¿no?). Pero, mira tú por donde, el otro día, como quien no quiere la cosa, pues: ¡guau!
Hay un montón de cosas que pulir, pero como primera aproximación no está nada mal, ¿no creéis? En fin, chiquitín, me voy a enterrar unos cuantos huesos y a olisquear algunas farolas. Un abrazo y hasta pronto
2 comentarios:
Fantastico amigo, no se como serian si llegas a dibujarlos bien. Yo por mi parte estoy pensando en colgar el lapiz y dedicarme a otra cosa...No creo que se notase mucho. Saúdos e sorte.
No te dejes llevar por la desesperanza, piensa que tú sí que lo notarías y que, más tarde, puede que ya no tengas oportunidad de volver a pillar los lápices. Al final, la lucha es con uno mismo. Ánimos y un abrazo
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