lunes, 10 de mayo de 2010

La hora del patio

Bueno, bueno, bueno, pues ya vuelvo a estar aquí. De hecho, nunca me he ido, aunque haya estado algo ausente. Ya sabéis, uno se lía, y se lía, y se lía, y acaba liándola, como me ha sucedido a mí, o, mejor dicho, a la historia que me 'montao' con eso del arte...
En fin, que la cosa ha ido, más o menos, así: tenía ganas de hacer algo grande. Uno de esos que tanto me gustan, con mogollón de personas y detallitos. Así que, con la excusa de seguir con mi homenaje particular a los artistas que, de alguna forma (aunque no sepa cuál), me han influído a lo largo y ancho de mi vida, me 'liao' la manta a la cabeza y 'mechao pal monte', y el resultado de tal forma de proceder ha sido esta versión de La Escuela de Atenas, de Rafael.



Pues nada, una vez más, os dejo con vuestros pensamientos y recordad que la vida hay que tomársela con filosofía. Un abrazo y hasta el próximo.

2 comentarios:

RuAn dijo...

te falta...más "monumentalidad" por lo demás genial. Saúdos

Albert Campillo Lastra dijo...

Gracias. Lo que pasa es que la 'monumentalidad' tiene un precio. Un abrazo.